Seguro que has leído en numerosas ocasiones que los canales de Brujas le confieren a la ciudad una personalidad tan pintoresca que le ha hecho ganarse el nombre de la Venecia del Norte.
Esta hermosa población se muestra ante los ojos del visitante como si de un cuento de hadas se tratara, con sus callecitas empedradas serpenteando y sus edificios medievales reflejándose en el agua.
16 km de canales atraviesan la ciudad y son navegados por pequeñas embarcaciones turísticas que explican los rincones con más encanto a los recién llegados.
Te damos 3 razones para conocer los canales de Brujas desde el agua
Creemos que visitar la ciudad fluyendo por el líquido elemento es una experiencia que nadie debería perderse.
Coge una de las barcas que te hacen un recorrido navegando por la ciudad y ten preparada la cámara porque esto va a convertirse en un disfrute máximo de la visita.
Te damos algunos motivos para hacerlo.
Desde los canales vas a poder conocer rincones de Brujas a los que, de otra manera, no podrías acceder.
En ocasiones estos se meten entre las casas, descubriéndote pequeños recovecos encantadores que se van a fijar en tu retina durante mucho tiempo. Empieza a sacarle ventaja al turista que se limita a pasear por la ciudad o al que coge un coche de caballos. Tú vas a ver algunas cosas que ellos no conocerán nunca.
Desde el agua todo es distinto
La perspectiva y las vistas cambian dependiendo del punto desde el que se observa. Y no es lo mismo la panorámica obtenida con un paseo a pie que la que puedes conseguir dejándote mecer por el agua. Dentro del canal todo fluye. Pruébalo
Es un plan romántico, aunque pases del amor
Imagina: el sol poniéndose en una ciudad de ensueño que parece como un escenario en una obra en la que todo tiene que ser perfecto. Los cisnes que asoman en algunas partes de su recorrido, bucólicos puentes que vigilan las barquitas y la imagen de la ciudad reflejándose en el agua tranquila.
Aunque lo tuyo no sea el romanticismo, el corazón seguro que te responde latiendo más fuerte.
Sin embargo, si eres de los que te dejas llevar, te recomiendo que ahondes más en este tema: Los rincones más románticos para un viaje en pareja a Bélgica
Sin duda alguna, los canales de Brujas forman parte de la esencia de la ciudad
El encanto de esta urbe medieval nos deja la sensación de estar dentro de un cuento.
En ocasiones tienes la impresión de que al dar la vuelta a la esquina vas a tropezar con Hamelín y su famosa flauta. Sí, ya sabemos que Hamelín se encuentra en Alemania. Pero el tipo de casitas y de ciudad, guarda mucha relación con el modelo de callejuelas que mantenemos en nuestra cabeza cuando, de niños, nos relataban esta historia.
Como guinda del pastel: sus canales. Terminan de darle un toque bucólico a la ciudad.
La pena es que dependiendo de la época del año que la visites y las horas elegidas para hacerlo, no lo vas a conseguir en solitario. Es normal que por su cercanía a Bruselas haya temporadas que se llene de turistas.
El coger un barquito y recorrer sus canales es una actividad accesible, bonita, y aunque tengas que compartir espacio con algunos otros visitantes, te quitarás de en medio la sensación de ir en bloque, más si lo haces cuando cae la tarde.
Descubre otra ciudad desde el agua: por aquí pasan las barcas que recorren los canales de Brujas
Cuando embarcamos y empezamos a navegar por algunos de los canales de Brujas, comienza una visión diferente de la ciudad.
Veremos a los visitantes caminar a lo largo de sus orillas y tendremos una vista más cercana de las maravillosas e históricas construcciones flamencas.
Pasaremos por debajo de puentes fascinantes como el de San Bonifacio o el que se encuentra ubicado en Minnewater. Allí los cisnes se moverán alrededor de tu barco. Es el momento de sacar la cámara y capturar a estos coquetos y elegantes animalitos, muy amigos de los patos que también se acercarán por allí.
Los recorridos transcurren por un par de canales principales.
El Dijver es uno de los más bellos, desde donde están tomadas algunas de las fotos más conocidas de Brujas. Este canal empieza en el cruce de la Wollestraat y llega donde comienza la calle más comercial de la ciudad.
En él se ubica la comisaría de Brujas, el Museo Arenthuis y el Groeninge. Este último alberga dentro de sus colecciones las obras de los primitivos flamencos. Una auténtica delicia para los amantes del arte.
Cuando llegues donde el canal se retuerce en una gran curva, aprovecha y llévate a casa la pura imagen de la esencia de Brujas. En el Muelle del Rosario es donde vas a captar el alma de la ciudad.
El Canal Groenerei (La Orilla Verde) es conocido por la intensa vegetación y bonitos jardines a lo largo de sus riberas. Navegarás por debajo de las pasarelas sobre el agua. Aquí se encuentran los puentes medievales de Johanele y Caballo. Además encontrarás en tu recorrido la Casa de Caridad del Pelícano, una de las más famosas de la ciudad.
Los barquitos de estos itinerarios también te llevarán por otros canales más secundarios, pero a los que no les falta el típico embrujo de la ciudad.
Cómo hago para navegar por los canales de Brujas
Hay 5 puntos de embarque en la ciudad, uno de ellos es el Muelle del Rosario.
Recuerda que las barcas no tienen techo porque pasan por puentes chiquitos y necesitan espacio. O sea que ya sabes, es preferible que no escojas un día de lluvia para realizar la actividad.
Consulta los meses en los que operan los barcos porque en la parte más cruda del invierno hacen una pausa.
La experiencia te hechizará y es barata, aunque para nuestro gusto, es relativamente corta: media hora en la que apretar bien los puños para vivir el momento con mucha magia.
No obstante, si quieres descubrir todos los secretos de esta joya arquitectónica que atrapa al visitante nada más pisarla te recomendamos que realices un tour por Brujas, para estar seguro que no te perderás nada durante tu estancia.
Imágenes | Wikipedia, Bruselas Guías